San Valentín: mmmmmmm

Me veo enfrentado a una triste disyuntiva. No sé lo que piensa mi corazón, ni siquiera sé si piensa. A lo largo de este apestoso 14 de febrero, confirmo mi tesis de que el corazón no piensa. Y no hay nada más idiota que pensar con el corazón. Siempre lo he dicho. No estoy diciendo que haya que ser un desalmado, sólo fomento la utilización del cerebro. Mas de alguna vez, en MSN o en chats me han dicho (en especial las mujeres, que son las que ocupan menos la cabeza) que no hay que ser tan duro, que igual es “necesario”. He tenido experiencias nefastas, donde ha sido preferible estar solo. Aunque debo admitir que mas de alguna vez me he sentido inmensamente correspondido. No puedo negar que he amado. Pero no es lo único en el mundo. Eso que lo sepan todos. Hoy es 14 de febrero, día de San Valentín (¿quién fue San Valentín?) y algunos tienen que trabajar, no tendrán todo el día para amar, como esos cabecitas de pollo piensan, en especial niñas de secundaria. Un ejemplo: los actores de la WWE hoy no estarán con sus amores disfrutando del día de los enamorados, y hasta donde sé, ninguno se murió por eso. Al contrario, están felices de ver como sus cuentas corrientes suman y suman mas ceros, con lo que se aseguran el futuro, le garantizan la educación y la salud a sus hijos, y en algunos casos hasta nietos, y con sus esposas e hijos viajan por el mundo, o viven en lujosas condiciones, las que obviamente, y no me digan que no, facilitan la mejor convivencia. Es cierto que el dinero no hace la felicidad, tampoco la compra hecha, pero que ayuda, ayuda. ¿se imaginan que Batista hubiese renunciado a venir a Chile por estar hoy en este día tan especial con su novia? Por favor…
Y al terminar, quisiera mandarles saludos a los amigos, a los incondicionales, a los hermanos: Elizabeth Oliveros, Carlo Cardetti, Cristian “Gato Juanito” Peña, Paula Oyarzún, David Obreque, Carlos Polanco, Gabriela Vivanco, Gabriel de Paula, Felipe Rojas, Juan Villalobos, Julio Placencia, Vanesa Abarca….
Si se me queda alguien, repróchenmelo.